Desde la crítica y la sátira, la obra de Miguel Madariaga es el reflejo más duro y realista de una generación inmersa en el egoismo y el narcisimo solitario de las redes sociales. Su obra caracterizada por una estética donde la figura es protagonista que atrae al mismo tiempo que conmueve, no busca la complacencia de las masas sino la permanencia en el tiempo.
Desde la crítica y la sátira, la obra de Miguel Madariaga es el reflejo más duro y realista de una generación inmersa en el egoismo y el narcisimo solitario de las redes sociales. Su obra caracterizada por una estética donde la figura es protagonista que atrae al mismo tiempo que conmueve, no busca la complacencia de las masas sino la permanencia en el tiempo.